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miércoles, 30 de marzo de 2011

[A media tarde sospecho]




Algunas tardes pienso que amanece muy temprano
porqué así como la luna aparece aún de día
el sol parece que reclama oscuridad.

No sé si es esa lucha la misma que sostiene
el tiempo y los relojes, o el mar con las orillas de las playas.

Antes pensaba en los niños que lloran al nacer,
después pensé que tal vez no lloran al caer en este mundo,
creo que simplemente nacen al llorar,
y llorando tal vez también se irán.

(...)

Creo que aún soy niña porqué ya entendí que supone ser mayor.
Creo y de todas las cosas que creo sólo dudo de lo que veo.

Has pensado, cuando sospeché del Sol,
que la Luna brilla más por vivir a oscuras que por ser reflejo?


(Fragmento del texto original)

miércoles, 23 de marzo de 2011

El cómo.


Lo adiviné al escuchar "I'm in love with how you feel"
y pensé que yo también podría estarlo,
o con el reverso de lo que escribes,
que sólo es contraluz caprichosa
y un método de investigación científica
quasiexperimental.

Pero cuando lo percibo es como si tuviera
la oportunidad de mirar al vacío más vertiginoso del mundo,
a sabiendas de que es imposible que caiga en él.
Y experimento la certeza de que
cuando algo es hermoso,
se vuelve cómodo a los ojos,
y entonces, la imaginación se siente segura
para crear y recrear tantas veces como quiera
una misma imagen y cedérsela al resto.



Y así es cómo.
(se despiertan los sentidos
ante el bombardeo de emociones)

lunes, 21 de marzo de 2011

El por qué.

Tiene la piel oscura y no nacimos bajo el mismo sol.
Ella tiene una mirada que vale por cien ojos mirándote a la vez.
Sonríe como si pudiera hacer crecer a algunas plantas y el resto regalármelas a mí.
Todo ese impacto físico se desvanece cuando sale su voz a pasear, con una entonación cosmopolita y tan dulce que, si pudieras la obligarías a pasar el resto de su vida contándote cuentos antes de ir a dormir.
Tiene además la curiosidad propia de los que saben mover el mundo y la delicadeza suficiente para apartar las nubes una a una y dejar que me lleguen los rayos de sol, aunque sean dos minutos, cada mañana.
Sabe esperar y sólo sus palabras resultan impacientes.
Arropa y no da calor, tengo razones y nunca me regaló un motivo.
Cuando te abraza la sensación es la de estar en casa después de un largo viaje.
También sabe distraerme en los días de lluvia y quererme diferente.
Diferente puede que no sea mejor, pero si especial.

jueves, 17 de marzo de 2011

Como se tocan yo no.

Los chicos se tocaban y en realidad no tenían nada que tocarse, excepto las ganas y el empeño que ponían en mostrarlo, pese a no ser visible.
Los chicos se giraban, y sus espaldas musculadas y sus camisas en tirantes, su pelo corto y sus nucas pulcras, sus codos en la barra y su tórax encogido, sus glúteos medianos y sus piernas ligeramente curvadas, con una flexión curiosa, como si fueran sus botas negras y puntiagudas a enterrar en el suelo cada una de las colillas que pisaban.
Entré directa al fondo, atravesando la luz molesta del ventilador de humo, y a su vez cubriendo mi pecho con un pañuelo, así como lo hacía la propia oscuridad del lugar a mi paso horizontal.
Tardé 9 segundos y 48 décimas en recorrer la barra hasta la puerta del final y pude, uno a uno, reconocer sus olores, con una exactitud casi molesta y una lentitud propia sólo del que sabe como parar el tiempo.
Me di cuenta entonces de que el tiempo me había parado a mí.
Ellos, que olían a hormonas, ellos que estaban excitados y ni si quiera me miraban, ellos que estaban cocinando la situación, yo que quería empezar con el primer plato.
Nunca había visto algo así. Todo era agua, todo era fricción, todo era agradable y nada recurría a el grosor ni el tamaño, no era comparable tampoco ni mucho menos algo intuitivo, no existía teoría y sin embargo me parecía estar escribiéndola a la vez que aplicándola.
Sabía a sal y mi lengua también se cansaba.
Se me arrugaron las manos pero juro que no toqué nada.
Me penetraron y juro que nada entró en mí.
Fue la primera vez que no supe qué clase de amor estaba digiriendo ni que clase de sexo estaba practicando.
Fue la primera vez que una chica me pareció tan poco chica, fuer la primera vez que una lesbiana me pareció tan hetero.



Después de muchas horas retozando una y otra vez, después de desprender olor y después de acabar con las ganas por una buena temporada supe que : ellos saben cómo pero nosotras no sabemos qué.

domingo, 13 de marzo de 2011

No lo tengo claro.

Debes darme tiempo porqué no te entiendo.
Y si tu me quieres hoy,
en este mismo instante,
prometo quererte desde ayer y todos los días anteriores,
y si me dices que me querrás mañana,
prometo quererte sólo ahora,
y contando hacia atrás para que no llegue "después".

sábado, 12 de marzo de 2011

Complices

Sonrisa.
Mirada.
Ceja.
Labio.
Mano.
Desconocidas.
Espejo.


Esa fue la lluvia de palabras que se avecinó sobre mí.
Sobre tí también.

Ahora que hablamos en silencio.
Es una lástima rendir culto a los celos adoptando este silencio,
tan incensario y que nos alimenta más de la cuenta,
que nos hace más cómplices y mundanas,
que nos hace compartir todo lo que el celoso no tiene,
y él, no se da cuenta, que cuanto más desea vernos lejos,
cuanto más nos imagina juntas,
más nos camuflamos y vivimos nuestro encuentro,
tan divertido y diferente,
a como él se lo imagina.



miércoles, 9 de marzo de 2011

Espuma y espalda


Te muerdo y aprietas los labios, porqué sabes que lo he hecho, porqué notas la sequedad del aliento caliente sobre mi lengua, que simula ser parte de tu espalda y no consigues imaginar, en que zona exacta estoy, porqué tu espalda es grande y desierta, porqué está lejos y nunca has estado en ella.
Me preguntas cómo es, que vistas tiene, y yo que estoy tan impresionada y entretenida con el descubrimiento no atiendo a tus preguntas y me guardo para mi todo lo que fotografío, con cada pestañeo y las manos, que rastrean como si fueran ciegas y no supieran lo que es el tacto.
Sabes a terciopelo y hueles a sal, tu espalda es como el aceite, densa y brillante, y al caminar sobre ella, una se acuerda que el ir y venir de las vertebras y su juego de omóplatos recuerda a cada encuentro que tiene el mar con la orilla, y esa espuma que se balancea sobre la cresta, esa misma espuma, soy yo.
Esas son mis vistas y esa es tú espalda.



Ojalá puedas sonreír al leerme
y emocionarte con lo que escribo.
Ojalá por un momento puedas darte por aludida
y sientas como te apartaba en mi sueño
agarrándote de la cadera,
bien lejos de mis labios,
cuando me besaste con fuerza,
después de verte llorar y no por mí.
Tú tal vez no sueñes con los besos que me debes,
pero yo sí, y a menudo deseo no hacerlo,
porqué pronto serán pesadillas
en las que no quiero dormir,
y es que la realidad por hoy, me parece más agradable,
más segura, más mía y sensible a mis heridas.
Cada día te dibujo, un poco queriendo y un poco sin querer,
nos es cosa mía, son cosas de la vida,
de lo único que me hago responsable
es de huir ante la duda, porqué en estos casos,
no creo en el amor a segunda vista.


No quiero ser un reencuentro con la sinceridad,
hubiese preferido ser parte de algo incontrolable,
prefiero ser eso que se te ha ido de las manos,
eso que ya no es tuyo.

martes, 8 de marzo de 2011

Señalo con el dedo a...

Ejerzo esta fea costumbre, así designada por la moral, pero también la sobrenatural propiedad del ser humano de poder diferenciar-se del resto y digo que, señalo con el dedo a...

Las cobardes que vivís en la memoria presagiando un futuro incierto
cuando ni si quiera os atrevéis a vivir afrontando ni los minutos ni las horas,
creando vuestra propia memoria y afrontando que lo que cuentan los demás
no habla de vosotras, sinó de lo que fuisteis sin ni siquiera haber nacido.


A los que defendéis que hay dos clases de pasados vividos, uno del que no podemos dar testimonio y sólo nos explica como es el mundo de hoy en día, y otro del que si podréis hablar
cuando os pregunten porqué vuestro futuro se convirtió en presente de los demás.

Y a éstos últimos, si os señalo es para tomar ejemplo, para que no se me olvide. A las anteriores, por falta de lógica.

Reclamación de un hombre que no se siente capaz de ser "mujer trabajadora" y para colmo tampoco tiene derecho a celebrarlo.

Te miran raro cuando les dices que "también" los hombres.

Históricamente la mujer ha poseído la carga negativa y victimizable de la sociedad con todos los prejuicios y discriminaciones erróneas que comportaba. Como no aprendemos, ahora culpabilizamos al género (que no sexo) masculino y lo degradamos con una falta de tolerancia y una acusación casi crónica sin rastro de discriminación, cuando realmente es lo que hace falta. Porqué nunca señalamos a los hombres que sí hacen bien su papel? por què sólo conocemos a los malos? Por qué sólo conocemos a las mujeres heroicas (por ser victimas, irónico no?) y ninguna de las que han cometido atrocidades? Me temo que el estigma es la verdadera enfermedad adictiva de los procesos de socialización primarios, más allà de los constructos ya establecidos. Para mi no es el dia de la mujer, no puedo celebrar que un dia se nos reconociera que los "buenos" llevaban mucho tiempo obviandonos y nos "mereciamos" ser como los demás. Celebro que cada día menos gente entienda porquè es el dia de la mujer o qué muchos se pregunten porquè no existe el dia del hombre.


No me siento mujer, me hallo mujer. No nací mujer, me he hecho mujer.
No nací con precedentes ni logros, lo cierto es que los he creado yo (en realidad el verbo adecuado es "encontrado", como si de repente hubiese salido del mito de la caverna).
No tengo herencia social de género, no es una cualidad genética, aunque mi contexto sí y he tenido que aprender a usarlo (no me he apropiado de él ) y sí, es cierto que vivo por encima de un patrón, ese mismo que celebramos, por ser distinguidas y diferenciarnos, sólo como mujeres o género equitativo al otro, el que está al otro lado y tánto nos ha "dañado" cuando en realidad, la verdadera lucha era otra : distinguirnos como personas, sin necesidad de ser reconocidas iguales, como categoría, como opuestas e igual de capaces.
Lo cierto es que si soy mujer no lo celebro, porqué todavía no sé en que recae esa responsabilidad que parece que sólo se nos es otorgada a "nosotras".
Me gustaría, me encantaría pensar que piensa el colectivo socio-genéticamente hereditario de la esclavitud de este símil. Tal vez peco de soberbia, pero que importa, siento que esa es la tesitura en la que se mueven el imaginario de mis compañeros de vida.

Es cierto que las cosas hay que recordarlas, porqué sino se repiten, es muy cierto pero no voy a hacerlo mío, porqué no estuve allí ni fui yo.
Mi causa es ahora, aqui, ser mujer por otros motivos, ser persona por otros tantos, ser eslavón o cuerda, ser empujón o dedo que señala. Ser compañera y crítica. Ser realista y exigente con mi papel. Entiendo que en otras partes del mundo, hayan mujeres luchando por distinguir-se y huir de la patalogización del género a la que se someten, pero no entiendo bajo ningún concepto que aqui sólo nos interese seguir recordando o alimentando quienes somos victimas y quienes se presuponen culpables. Ese tipo de verdad absoluta distorsiona toda capacidad de adaptación sobre la realidad social que vivimos por parte de los que estamos en ella a cambio de acomodarnos en un papel que ya no es nuestro, pero que está muy bien escrito.





Lo cierto es que si pudieramos descodificar las emociones sabríamos que existen niños que si pudieran elegir elegirían ser buenas madres. Que hay madres que si pudieran elegir hubiesen elegido aprender a ser buenos hombres. Sin embargo, la realidad de hoy en día es que las mujeres no quieren ser hombres - no saben porquè pero eso es moralmente peor que la condición bondadosa de ser/sentir-se mujer- ni los hombres se sienten capaces de ser mujeres - alguien les ha convencido de que no están preparados para asumir con dignidad la responsabilidad de ponerse en el lugar de los demás, de ellas para ser sinceros-.


Me pregunto...
Por qué la línea roja entre nosotros?
Por qué no hay día del hombre?
Por qué no hay día de la igualdad simplemente?
Por qué no le damos sentido a la historia y funcionalidad en vez de simplemente categorizarla y especular sobre la noción semántica y gramatical de todo lo que designa el género y no la condición de las propias personas?


Hoja de reclamación a una sociedad estúpida y publicitaria...
por favor...

domingo, 6 de marzo de 2011

Cuando tomamos decisiones
nos abruma la idea del no-retroceso.
Por eso yo,
hace mucho tiempo, decidí tomarlas todas
como si esa fuera mi única manera de amoldarme
a la circunstancias, decidiendo y arriesgando
todos y cada uno de mis miedos
hasta en el más tonto y mínimo de los deseos,
fueran míos o no,
pensé si no decido yo por dónde van mis pasos
me acabaran decidiendo ellos a mi,
y.


miércoles, 2 de marzo de 2011

Todos los días que no son nuestro de quién serán?

Yo + tú no equivale a Nosotros.
Eso es una verdad que gusta pensar,
pero no del todo justa ni del todo hermosa.
Es una mentira que nos gusta obviar,
no del todo cruel y no del todo piadosa.

Pero es cierto que cuando soy Nosotros no puedo ser yo,
ni tú tampoco.

Todo lo que necesito
es no ser todos los días que tu decides ignorar,
y asi, radioheading, defino un pronombre.

Piénsalo una vez


Pero si me dices adiós en febrero piénsalo dos veces.
Yo que soy bruja e intuyo
yo que me quedé dónde entendí,
yo que soy ser empírico,
y yo que esperé lo que quiso esperar mi espíritu,
decido que,
ahora me voy sin decir nada
porqué pasado el momento,
se que algo ya está perdido
y la vuelta atrás sólo será
para recordar cuando me llames.
y contarte que hice durante todas las horas
que pensé y entendí,
sobre lo escrito e imaginado,
leído y real.
Y tus dudas, cuando llamen a tu puerta,
y cuando te acuerdes de lo que no viviste,
y cuando quieras volver atrás y veas
ese lugar vació, tan fugaz,
cuando veas que no estoy
tal vez quieras buscarme y
Quise explicártelo,
pero hay algo mejor,
y es el tiempo que
te dará tantas oportunidades como a mí para saberlo,
y aunque llegues tarde,
a mi la satisfacción me llegará igual,

Necia.

Tanta teoría para qué
si luego pasas de puntillas sobre las emociones
y resbalas sobre el suelo de la vida
sin caer en la cuenta
que no es la clase de cosas que debes temer y observar,
sino vivir y disfrutar.

Mi elección

Toda la intensidad se desvaneció
y obviarte resultó un juego más divertido
que la aburrida espera
para subir a escena a hacerle caso
con todas las atenciones y sensaciones
a una pequeña luz que se movía arriba y abajo,
siendo en mucho tiempo lo más parecido a un satélite,
y después, ante tanto espectador decidí
que ni el guión estaba hecho para mi
ni mis dotes para aquél drama.
Uno sabe cuando posee la entonación
para pronunciar las palabras
que su querido personaje
revive cada vez que se suplanta a él.
Y yo, que me enamoré de esa historia,
descubrí que mi papel era precisamente
burlarme de la idea
de dejar que sus palabras se pusieran en mi boca
para contestar al resto de los fieles,
seguidores del guión,
con el mismo silencio que enuncia el que no sabe leer,
el que se aburre en el teatro o no entiendo el complejo argumento.
Yo, sin venir a cuento,
decidí salir corriendo.


martes, 1 de marzo de 2011

Cuerda



Me siento tan libre
y tan poco atada
como una cuerda
reína del recreo
que juega y deja jugar
tan inprescindible
para el viento, como para el juego,
como para los cuerpos que quieren saltar,
y así, hasta invadir las pequeñas memorias
que años después recordarán
el olor del esparto hecho cuerda,
el sonido de las cuerda-caricias con el suelo
y las sombras de los cuerpos arriba y abajo.

Me siento tan libre,
como una cuerda amante
de todos y cada uno
de los planos que cortaba
al girar, girar, girar.