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jueves, 13 de octubre de 2011

Historia.

Admito que me da rabia.

Las telarañas y las tonterías que escribes,
esa causa por la que luchas,
tu vida llena de manualidades
y esas ganas de ser especial,
te hacen, al fin de cuenta,
de lo más normal.

lunes, 10 de octubre de 2011

Habitación en la calle.

Sonaba Amaral y parecía nuestra banda sonora,
en cada bar y con cada amigo,
a cada hora de ese fin de semana eterno,
esa fiesta dulce, el alcohol en todas partes,
los extraños conocidos,
y desayunar a la sombra,
el dinero fuera del bolsillo y las sonrisas cargadas,
el tabaco amenizó y se llevó los perfumes,
la música sólo cedía al rock
y nosotras a la cámara,
los recuerdos eran dulces
y el frío el ultimo en cerrar la noche.
Pasó el sábado de bar en bar,
de calle en calle,
llegó el domingo y su tarde corta.
El viaje de vuelta sólo dejó en tierra
los besos castigados.

jueves, 6 de octubre de 2011

¿por qué?


Es curioso,
pero los soñadores no tenemos espíritu.
Pienso por qué soñaré contigo tan a menudo,
si ya no me acuerdo de ti, ni te echo de menos
y me consta que no lo digo por decir,
porqué ese ejercicio hace tiempo que no me entretiene.

Es curioso, por qué será?
porqué me buscas en esos sueños y te veo como estás ahora,
lejos,
y a la vez te acercas para hablarme todo el tiempo,
por qué?

Me enfada y molesta,
porqué no se vive con la misma intensidad,
y no porqué sea un sueño,
sino porqué ya queda lejos de lo que un día fue un deseo.

Y como mis sueños
son titulares de lo que depara la realidad,
te advierto, no lo intentes, no quiero,
no me gusta, no me acuerdo.


No me acuerdo de tí, sí,
eso es lo que quise decir,
pese a que mis sueños sí.

Querida Celeste :

¿ Cómo estás ?

Hace tiempo que me olvido del papel, hace tiempo que tu última carta ejerce de punto de libro en mi mesilla de noche. Me acuerdo, recuerdo(te) mejor dicho, pero siempre olvido reprender las ganas de devolverte esa bonita sensación de leer lo que alguien escribió para tí.
No es pereza ni desinterés. Es falta de costumbre.
Por eso acudo aquí, que es mi rincón y aunque no sea personal, es mío. Estos días vuelo mucho, y no es porqué viaje o haya aprendido a hacerlo, es porqué el suelo me quema los pies. Has saltado a veces tanto que, al paso del tiempo, empiezas a notar que la gravedad no te hace efecto? Nunca notaste que se siente diferente en esos escasos instantes en los que levitas en el salto a cuando pones el pie en el suelo?
Así siento yo.
No son prisas, pero vivo intenso. A veces me dicen que eso no está bien. Pero es que yo no se vivir de otra manera. Todo lo hago personal, todo lo hago intenso, todo me afecta y a veces, también me incumbe. Digo a veces, porqué me estanco tanto en las sensaciones que a duras penas puedo contestarle algo a la vida. Pienso, qué hago yo aquí? Escuchar. Algún día llegará el momento de poner en practica la vivido, de hacer que otros sientan lo que siento yo ahora.

Y en realidad se que todo esto es puro teatro, que yo ya manipulo y hago sentir, que yo ya manejo el curso de las cosas, que yo ya muevo los hilos que me unen a los demás.
Sin embargo, ahora que estoy enamorada, ahora que se quienes son mis amigos, ahora que ya viví algunos desamores, y que empiezo a tener conciencia de lo que me depara el sexo, ahora que no me siento vulnerable, que se que no soy mala y ahora que me quiero, descubro que perdí la capacidad de sentir a fondo, de regozarme en el victimismo y sentir el enfado. Ahora que soy serena y templada, ahora que no me hielo y ya no puedo jugar a las estatuas, ahora que el juego del ratón y el gato no me asusta ¿qué es lo viene?

Sensibilidad. Aún está conmigo, pero sólo del revés. Antes decía todo lo que pensaba y después lloraba. Ahora aprendí a silenciar lo que podía herir, y a silenciar también la tristeza desesperante. Es la sensibilidad también saber mentir? Es a lo que llaman frialdad?

No me siento fría ni mentirosa. Al revés, diría que aprecio mucho más las cosas. Diría que por eso mismo aprendí a manipular(me) un poco más.

He dejado de ser yo?


Te dejo al otro lado, con el peso de mis preguntas,
con lo incomprensible de mi persona,
con los dolores de cabeza que ya no tengo.

Te mando esto, como parte de mí,
como algo importante, como el peso de las letras en tu carta,
con el aprecio que mereces y sé,
que tú sí, tu si lo entenderás.

Besos.

sábado, 1 de octubre de 2011

Cuando las cosas tienen personalidad y cuando las personas adquieren las propiedades de las cosas, se desata la tragedia.




Un filosofo, del cual no recuerdo el nombre, pero que indagaba en la filosofía política, una vez dijo algo así como... "personificar las cosas no es lo mismo que cosificar a las personas" y la verdad, yo añadiría como verdad absoluta, que así es como empiezan todas las tragedias, y lo compruebo en la televisión, en el cine y en las canciones, en los periódicos, en las novelas, en el temario que leo, en mi trabajo, en la calle, en mis propios pensamientos. En la fantasía y en la realidad, en nuestros deseos. Cuando las cosas tienen personalidad y cuando las personas adquieren las propiedades de las cosas, se desata la tragedia.