te invito a oír todo lo que digo y si puedes, lo que pienso también,
te invito sobretodo a mirarme de vez en cuando si me ves distraída.
Te darás cuenta de que no tiemblo ni sudo,
que hablo por hablar y pienso las cosas tal y como las quisiera decir,
que vivo sin pensar en que alguien podría estar mirandome
y me escondo cuanto más me asomo,
y aún así me pregunto que es lo natural si me construyeron como a un castillo,
primero con arzilla y luego con fábulas,
decían que sería niña y hermosa, que crecería fuerte y sería inteligente.
Te invito a entrar, te invito a escarbar, te invito a nadar,
hacerte unos largos y encontrarme en el mar,
te invito sobretodo a enredarte,
entre los cabellos y la historia de las mujeres,
a sumergirte en las mareas que todas surcamos,
a dormir todas las lunas que mueven nuestras caderas.
Te invito a escuchar esta canción,
este poema y luego, sólo hazme un dibujo y escribe tu nombre,
esa será tu invitación,
esa es la puerta de mi habitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario