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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Flashback I

Yo ya me había acostado, y mi hermana. Por aquèl entonces, no recuerdo muy bien porquè, mi hermana dormía en una cama plegable junto a la mía en mi habitación. He mentido, sí recuerdo porqué; dormía conmigo porqué tenía miedo aunque no es algo que se diga a los catorce años, más bien es algo que hay que disimular. Pero yo lo sabía, y lo sabía porqué a mi también me había pasado, sólo que yo a menudo optaba por resignarme al insomnio. Gracias al insomnio me acuerdo de muchas cosas. No dormir tranquila te permite vivir mejor la realidad, con más intensidad.

La luz del pasillo estaba encendida, la puerta de la habitación entre abierta. Queréis saber por qué? Para que cuando llegara mi padre mi madre tuviera una excusa para levantarse (para apagar la luz) y él no le pudiera recriminar a ella que siempre estaba allí, en el comedor sentada y amargada (cómo él decia) vigilando a qué hora llegaba, a qué olía o cuantas horas hacía que ya tendría que haber estado en casa.

Entonces se apagó la luz y pensé que mi madre debía haber sido muy rápida, porqué aún no había escuchado el ruido de la puerta, y otra cosa no, pero mi oído era muy fino, me sabía muchas conversaciones de memória, con las palabras exactas y con toda claridad, tan sólo habiéndolas escuchado desde la cama, y mi piso no es enorme, pero hay unos diez metros desde dónde yo duermo hasta el sofá o la entrada, dónde solían discutir o gritarse y nunca me había fallado el oído. Pues eso, la puerta no había hecho ningún ruido. Me levanté, yo siempre he sido muy histérica, eso dice mi padre, que soy como mi madre:

- Mama, qué pasa? - dije asomando la cabeza al pasillo.
Ella estaba entrando al baño, a punto de lavarse los dientes :
- Nada, me voy a dormir ya, es muy tarde. Si entra tu padre tú no hagas ruido eh? Te quedas quieta y vigilas que tu hermana también se quede dónde está.
Volví a la cama, a los cinco minutos se apagó la luz. La escuché toser y también suspirar. Debió dar como cuatro o cinco vueltas en la cama durante media hora, porqué los muelles sonaban y luego se quedaría dormida, porqué yo también, y no recuerdo mucho más.

Me desperté porqué oía las llaves, alguien no encontraba la cerradura. Sonó el timbre. Es como si me hubiera quedado dormida durante cinco eternos minutos y me hubieran despertado lanzandome a un precipicio. Qué vértigo, y al corazón no había quién lo parara. Ya estaba, ya me había rehubicado. Estaba en casa, en mi cama, mi hermana al lado, mamá acostada. Las llaves. Era papá. Timbre. No puede entrar. Luz. Mamá ha encendido la luz. Mi hermana se ha movido. No se ha despertado : bien.
Se ha abierto la puerta, mamá supongo.

- Joder, por qué dejas las llaves detrás de la puerta, para qué no pueda entrar y me quede en la calle?
- Era tarde Juanjo, si no estás en tu casa a una hora decente, tu casa se cierra.
- Aparta, déjame entrar y no chilles, que pareces una histérica.
- No hagas ruido, las niñas están durmiendo.
- Cállate y acuéstate, no te he pedido ayuda.

Se ha dado otra vez contra la esquina de la mesa...

- Ay que ver, llegas tarde y mamado, y encima me tengo que callar. No tienes verguenza.
- Vigila lo que dices, tu te escuchas? Eres una histérica, relájate chica...

Se escuchaban las zapatillas de mamá. Iba directa de vuelta a la cama. Se acostó y suspiró, otra vez. Él entró, cruzó el pasillo tosiendo. Entró en el baño, que está delante de mi habitación, encendió la luz y cerro la puerta corredera. Escuché como meaba durante mucho rato. Luego como escupia y también el grifo. Abrió la puerta del baño otra vez, pero se pasó de fuerza y sonó el golpe, la puerta rebotó :

- Me cago en la puta....

Encendió la luz del comedor. Pensé : qué hace? No se piensa acostar? Pues parecia ser que no. Escuché como movia la silla, como se sentaba en la mesa. Y para comer no sería, porqué nunca come ni cena en casa. Come siempre en el bar de la empresa o en los restaurantes cuando viaja entre semana y nunca llega a la hora de cenar. Tampoco a la horade comer los fines de semana. Se volvió a levantar y mierda... entró en la habitación. Yo estaba dormida. Estaba dormida para él. Cogió hojas blancas que estaban sobre mi escritorio y el vaso de bolígrafos. Cogió también mi libro de Miguel Hernández y lo sé porqué siempre me cogía el mismo.
Eso quería decir que se iba a poner a escribir a esas horas, porqué él escribía, muy mal, porqué basicamente copiaba versos de otros autores e intentaba simularlos. Realmente no era ese su don. Yo escribía mejor que él, eso le daba mucha rábia, porqué siempre decía que él me había enseñado, pero no era verdad.
No era verdad por dos razones : A nivel de tiempo, era economicamente imposible. Con eso quiero decir, que mi padre no disponia de tiempo para invertir conmigo, y menos para escribir o aficionarme a hacerlo. Pese a que a menudo yo pudiera verlo hacinedo ese paripé que a veces le gustaba hacer. se puede decir que como mucho, me había inspirado el hábito.
La segunda razón es que el no tenía gusto para la escritura, ni para la lectura. Los temas sobre los que escribía eran absurdos y no me interesaban, con lo cuál no había nada de gratificante en tomarle como ejemplo.

Hecha esta aclaración, ahora empieza el espectáculo. Porqué eso es lo que fué. Como cuando incendió la cocina, me echó de casa cogiéndome del pelo y arrastrándome hasta las escaleras, el día que se enteró de que habíamos estado preparando la separación civil a escondidas de él e incluso nosotras habíamos hecho una declaración ante un juez o lo detuvieron en el hospital. Eso lo contaré otro dia, cuando vuelva a tener otro flashback nítido, sin borrones o imagenes confusas. Es más difícil de lo que parece. A eso que todos llaman trauma o tiempo posterior a un suceso difícil se le suman dos alternativas en las que está implicita la memória : la sucesión de imagenes y recuerdos con la posibilidad de recreear escenas familiares o incluso no vividas pero de patrón contextual semejante a las vividas como algo traumático o dañino o bien, tener dificultades para recordar los hechos tal y como fueron, tener vacíos de tiempo o ausencias de lo que fue tu testimonio emocional, lo que quiere decir que una situación horrible es posible que no la recuerdes como tal, porqué olvidaste el registro de emociones y sensaciones negativas que registraste en ese periodo de tiempo. Es parte de la resiliencia o bien, un suma y sigue a tu experiencia, a tu historia. Llámalo como desees. Bien. Sigo.
Se volvió a levantar. Y volvió a entrar a la habitación. Dijo : -Elena - flojito y me tocó los pies por encima de la manta. Me hice la dormida. La belladurmiente, para ser exactos. - Elena - repitió igual de flojito pero moviendome los pies más, tánto que tuve que hacerme la sobresaltada. - Dónde está el Disc-man?- Acabáramos... le contesté : Qué disc-man?- yo sabía muy bien qué disc-man, pero necesitaba pensar a qué venía eso ahora y lo que venía por delante.
La verdad, me sentía ya como una rata acorralada, y estaba esperando la zarpa. Pero no había hecho más que empezar.
- No chilles que sinó tu madre se pondrá histérica. Dime dónde está y yo lo cojo. El que te traje de Canarias. No te hagas la tonta eh, dímelo coño.
- No va ya. Está en el armario del comedor. Cógelo, pero no va bien.
- Tsss...te he dicho que bajes la voz joder, pareces tonta.

Se fué. Puertas abriendose, cerrandose, abriendose, cerrándose. Debió abrir todos los armarios.
Volvió.
- Dónde hay pilas?
-Qué? - queria que me dejara en paz- Papa, quiero dormir...
- Pues dime dónde hay pilas - el tono de voz...subió.
- No lo sé, dónde siempre.
- No hay pilas joder, es que sois imbéciles? Porqué tienes el Disc-man sin pilas? Para que venga yo y no lo pueda usar? Así es como tratas las cosas que te compro?
- No va ya...no lo uso ya...
- Levántate y busca las pilas joder. Ahora te levantas.
- Pero si no hay...para que... - mamá ahora.
- Qué haces Juanjo, mañana tienen clase y són las dos y media de la mañana, porqué las despiertas?

Mi hermana ya estaba despierta, evidentemente.

- No te metas. Quiero escribir y necesito música para concentrarme y cojo el Disc-man que lo he comprado yo y no tiene pilas porqué la señorita ya no lo usa y dice que no va. Pero como va a ir si no tiene pilas?
- Es lo que nos faltaba. Nunca estás y cuando estás sólo sabes joder. Vienes borracho, a las tantas, nos despiertas y encima ahora quieres que se levante parabuscarte pilas y que tu puedas escribir....
Ya me había cogido del brazo, y sacado de la cama. Mi madre lo intentaba frenar, pero ya nos había llevado al comedor, a las dos...
Me tuvo media hora buscando o más pese a decirle que no estaban. Él sentado en la silla, rojo, moviendo su pierna nerviosa, en cualquier momento me iba a dar, yo lo sabía, y estaba de espaldas.
- Ya verás...ya verás...- decía. Mi madre no hacía más que decirle desde la puerta de la cocina con un cigarro encendido : - No tienes vergüenza...no tienes vergüenza....

- Te vas a quedar aquí despierta conmigo, hasta que termine de escribir. Siéntate en el sofá. Y tu madre se puede ir a dormir.
- Y una mierda - qué haces mama?! pensé...
- Vete a dormir ya, déjame en paz.
- Elena vete a dormir- Me fuí.


Gritos. Gritos. Gritos. Gritos. Gritos.
Llorar. Llorar. Llorar. Llorar.
Mi hermana también.
Consuelo de mamá.
Teatro por mi parte.
Dormida. Durmiendo. Dormiré?

Mamá lloraba. Le dijo que le daba asco. Mis ojos rojos, hinchados. Me dolían, tánto que me costaba cerrarlos para dormir y a la mañana siguiente, abrirlos fue un trabajo de veinte minutos.
Mamá fue con su mejor cara a trabajar, después de dejar el asco en casa. Nos dio un beso y nos dijo que nos quedáramos en el comedor del instituto.
El le dijo que ella no le daba lo que necesitaba y que yo era una listilla de pacotilla que se merecía una buena lección. Es verdad, me daba miedo, pero le provocaba. Provocarlo era fácil, bastaba con decirle que no estaba de acuerdo con lo que decía o quería que hiciese, cosa que a menudo era así.
Dicen que a veces basta con decir sí para creerte algo. Así que yo misma me propuse decirle tantas veces no como me fueran posibles, para no acabar creyéndome nada de lo que él dijese.
Bien. Me cuesta impregnar todo esto de emociones, me cuesta darle una identidad psicológica a lo que cuento porqué lo cierto es que no cuento una vivencia sino un recuerdo, fiel, pero huérfano de reconocimiento personal. Entiendo que he aprendido lo que no quiero ser y con ello he abandonado a mi padre a la suerte de la memória, una memória diseccionada de la que hoy aún conservo y a menudo él sólo hace apariciones estelares en mis flashbacks pero nunca más le he dado la oportunidad de volver a quién soy ahora.
Posiblemente mató tantas cosas que también me mató a mí. Muchos me dicen : es como si estuvieras muerta para él.
Posiblemente, no lo sé. Él no está muerto para mi, pero se que está tan lejos que, jamás podrá alcanzarme. Todas sus palabras no alcanzarán mi memória hoy ni todos sus actos podrán condicionarme mañana. Ya no.


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