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jueves, 10 de diciembre de 2009

TSTGL

He vuelto a la testosterona en solución química, sin rastro genético.
He vuelto a acostarme con él, he abandonado la franela otra vez,
me he puesto más zorra que nunca y asustada ante las eyaculaciones precozes
tiré de la imaginación del circo, de la fantasía del genero, del doble filo.
En lo indefinido encuentro mi comodidad, y me veo en los bares más oscuros
con las luces más tenues convenciendoles de que quedar-se en medio del camino
también es una buena idea, que no es necesario describir las fisionomía siempre,
que la gramatica corporal es flexible como lo són las neuronas hasta los 3000 dia de vida.
Escuchaba el ultimo disco de Bette y pensaba que esa tía se lo debe montar con todas las trans posibles, que a todas las debes idolatrar y cantarles una canción en cada orgasmo. Pensé que no es la clase de lesbiana apasionada por las butch ni por las femme. Ella es una stone-femme, como yo, ella además los prefiere con raja, sin pecho, con pelo, con sorpresa.
Es el factor indefinido, el vector que se proporciona con el placer carnal,
a mi no me impresiona el falo ni tampoco me amortigua el orgasmo vertical un par de tetas,
no me pone la masculinidad femenina, pero si la ambiguedad.
He vuelto a la testosterona, a su fuerte olor, a la búsqueda de la nuez y el descubrimiento de la espalda con cadera en convivencia con el desarrollo del músculo. He vuelto a las manos de hombre con uñas perfectas, a los andares perfectos, a la mentalidad espastica, forjada pero reversible, he vuelto a los cinturones negros de la lucha, a el tercer elemento, a la suma exacta.

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