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lunes, 14 de septiembre de 2009

Sweden gift

Fue a una reunión de activistas, en las cuales no creo, y allí me enamoré de él.
Era sueco y tenia nombre de sustantivo común, así que pensé que dadas las cirumstancias no me costaría acordarme de él.
Era moreno, tenia unos ojos enormemente vivos y abiertos y unas gafas de pasta negra que le adornaban la mirada con más misterio del que ya, Kalle, tenía.
Hablaba un español dudoso, dubitativo, pero tenía una voz tan acorde a lo que decía, que a los que unos les parecía una buena interpretación a mi me pareció la evidencia más pura del mundo.
Seguramente algún día fue una chica exótica, de manos bonitas, melena larga y negra, entre sus amigos los rubios, en su frío país y renacido en la explosión mediterranea, que le da a todos los vikingos la oportunidad de civilizar su vida hacía las costumbres del mar, el ritmo de las olas y las temperaturas altas.
Parece que al final de la noche mi mirada se debió hacer muy evidente, tanto que se acercó y aunque no le entendí, supongo que él supo leer la situación perfectamente, porque desde entonces siguió todas las instrucciones que son precisas para ahogar mi memoria y aburrirme al rededor de ese momento.
Kalle, Kalle. Está ahora en mi cama, con sus delicadas manos, con su juguete de plástico, con su imaginación desbordante, con su obra de teatro, con su fotografía perfecta, su rostro tallado y con sus dioses vikingos en la espalda.
Él y sus cicatrices, sus más y su menos, encantador.
Ayer vimos Orlando y después del shock me propuso jugar a través del tiempo.
Escuchamos esa canción al final de la película.
Se acerca, sí, se acerca, tanto que lo tengo a mi lado, en mi cama, penetrando algo más que mi experiencia, penetrando algo más que mi espalda, penetrando como cualquier otro amante las razones por las cuales una persona muere de libertad, de decisión, de poder.
Kalle, su voz, su teatro, su texto, su discurso, su sutileza, su naturaleza y su tecnología.
Se reencarna, del frío al calor, de la naturaleza a los dioses.
Kalle con su pelo negro, sus ojos verdes, su piel blanca, su maleable ser.

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