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martes, 17 de mayo de 2011

Sobre las ilusiones de algunas niñas que al crecer no pueden dejar de serlo.




Una niña que una vez decidió que viviría sola
decidió instalarse bajo la mesa.
Desde alli podía ver a todos los que la rodeaban
y se preguntaba si alguno de ellos querría hacerle compañia.
Mamá imposible, porqué también vivía bajo un mueble,
y des de debajo de la cama también quería estar sola.
Su hermano ni pensarlo, porqué le gustaba correr,
nunca se escondía y además, no le gustaba estar solo.
Papá menos, porqué la quería acompañar,
pero no de buenas maneras.
Nunca le hacía comapañia, aunque nunca la dejaba sola.
Entonces decidió, en una de sus fugas, correr al baño a por un espejo.
Se miró y dijo : "ya no estoy sola, por fin tuve una idea".

Hoy en día, la niña que vivía bajo la mesa
y que al crecer se escondió en su propia casa,
ha llenado su casa de espejos y ahora ya,
piensa y dice, que además de no estar sola nunca más,
puede pensar más y mejor.

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