que de tanto acordarnos
ese nombre se nos va a grabar
y su cara
aparecerá en todos nuestros sueños
y al despertar cada mañana,
pero no te engañes,
no te has enamorado,
sólo estás aburrida y aunque
no te importaría,
y aunque sabes muy bien que podría ser,
y quién resultaría perfecto,
al final ese es el verbo que matiza tus encantos,
y ese maldito estado,
siempre aguando el momento,
hasta que te gritas a ti misma,
delante de ese espejo,
hoy te echo de menos,
a nadie más
sólo un poco de mi misma,
y vuelves a gritar,
no nos menospreciemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario