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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Tú, te has encargado seguramente de matar toda la mágia que podria quedar en nuestra nueva historia, aún dolorida y fràgil, tú - "sin querer" dirás después- has roto con el riesgo el castillo más alto del mundo.

No puede extrañarte que ahora no me inmute, y sea una persona detestable

que me odies por ser tan impermeable, es posible que lo entiendas cuando sepas

que si no lloro es porque no lo merece, o peor aún, porque no me importa.

Has perdido, sin quererlo - lo digo yo- tu habilidad para hacerme sentir,

ese hilo de contacto que nace en las personas y poco a poco me has regalado

situaciones tan tontas y aburridas que sólo se me ocurrió olvidarte.

Podria mencionarte a diario y sin embargo tu nombre es inpronunciable,

en mi memoria resbala como la piezza del puzzle que no encaja,

tú sola, tú sólo lo has hecho.

Ni tan mal ni tan triste, resulta que no quise sufrirlo y tu pretendiste que asi fuera,

ni en hacernos daño nos hemos puesto de acuerdo,

lo ves?

De haberlo sabido antes habría sido libre más temprano,

es la jaula, la jaula, no el pájaro.

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