
Ahora te quiero más todavía,
como si las emociones tuvieran su propio ecosistema,
y el principio de la supervivencia fuera la única verdad absoluta
entre tu y yo.
Te quiero porqué me quieres,
me quieres tan bien que me dejas quererte,
aunque no vayamos a querernos nunca más,
como ahora y desde entonces.
Somos especie protegida,
nunca podrán extinguirnos,
sólo si decidiéramos depredarnos mutuamente.
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