
Aún no se cuál es el poder que ejerce la melomanía sobre las personas
para poder cambiar el ritmo de sus vidas y asosegarlas
cuando más deprisa van,
cuando parece que han dibujado una órbita
y dejan de ser astros para ser satélites,
aún no se cuánto maga ha sido mi transformación,
cómo para no abandonar nunca
el nuevo himno que se cose a mi memoria
sin poder cantarla,
porqué astrolabios ha empezado a ser una propiedad intelectual
que me permite besarlo todo, sin querer hacerlo.
Y de todo lo que astrolabio,
la mitad se convierte en mágia
y todo lo demás se posa en el fondo de mi cuerpo
y así mis pies parecen plomo
y no me hace falta la gravedad para pegarme al suelo.
Un asterisco en la palma de mi mano,
una acotación de tu puño y letra.
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